domingo, 9 de octubre de 2005

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Cuanto dolor puede sentir un hombre?
cuanta rabia puede haber dentro de uno?
Como es que el dolor nos ciega? preguntas, solo preguntas cuyas respuestas no pueden aliviar ni dolor ni pena, no pueden traernos de vuelta el momento donde pudimos remediar las cosas.
Y de que sirve la culpa?
alarma de que hemos hecho algo malo, de que alguien sufre, de que nuestras acciones tienen consecuencias. Pero pasado el momento donde nuestra culpa nos ofrece la posibilidad de reparar el daño que pudimos haber causado... de que más sirve? No podemos ahogarnos en ella, no sirve ya para nada.
Siendo humanos, ¿Que nos da el derecho de juzgar a otro? ¿Mas aun si no lo entendemos? es tan destructivo el dedo que señala, como la mano que empuña la espada. Cuando la intransigencia ladea nuestras miradas y el ceño apreta la rabia, y marca la dirección de nuestros dedos, es cuando destruimos. Es cuando dejamos de entender que el otro es como nosotros, como nosotros que hemos caido y nos hemos equivocado.
El error lo puede cometer cualquiera, nadie es intrinsecamente bueno ni malo. Solo son decisiones, que a la luz (o en la falta de ella) de una situación pueden parecer acertadas.
Hoy, para tí mi compañero en Armas
seguimos combatiendo
ahora en campos distintos
pero incluso en esta decisión
te apoyo
ojala hayas encontrado paz
la batalla nos aguarda

únete a esta causa!

 

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