miércoles, 21 de noviembre de 2007

suelo crujiente

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existen lugares en este mundo donde, si pones mucha atención, escucharás a las cucarachas respirar, mientras sientes el suelo crujir y moverse con miles de pies silenciosos

Corren a todos lados, apuradas, estresadas
mientras nos maldicen como indolentes dioses; mentes más allá de su comprensión que no se cuidan de ellas mientras nos ruegan que no las pisemos.
Y es que no tienen escapatoria, pues son tantas en un solo cuadrado, que huir se les hace complejo. Algunas se entregan con un dejo fatalista, diciendo "esta mierda es un mundo", y se quedan quietas para que algún pie las libre de su miseria.
Esos pies que odian
no tanto como a sí mismas
las cucarachas, aunque se aprietan para agotarse el aire mutuamente, odian ser multitud. No hay nada de malo en ser cucaracha, en poder vivir 7 dìas sin cabeza antes de morir de hambre, de ser resistentes y adaptables a todo, de comer veneno y sobrevivir después de unos días de fiebre mientras otras alimañas se retuercen para dar su ùltimo suspiro. Pero odian no tener espacio para correr de los pies, odian que a pesar de que la comida ("esa mierda que tenemos que comer" suspiran mientras mastican con fruiciòn y los carrillos llenos) se desparrame por todos lados, tengan que compartir con otras cucarachas. "Usted me ha pisado" dice la señora cucaracha a la cucaracha que camina a su lado, con la misma rapidez y exitaciòn que exige una carrera por salvar el exoesqueleto, "señora, usted tiene la culpa por caminar tan cerca de mi"
como odian las cucarachas ser un suelo crujiente bajo nuestros pies
nosotros no somos como las cucarachas
al menos ningùn pie amenaza nuestras cabezas.

OJO CON LA MENTE!

viernes, 16 de noviembre de 2007

el reino de las arcadias

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Oh Espartaco/ busca el sol bajo el mar/ Arco iris de Arcadia/ con tu luz/ nos guiarás. Si piensan que esta vez, poseído por la nostalgia, hablaré de Espartaco mítica serie televisiva que hasta ahora nadie ha podido encontrar en DVD, le aciertan solo en un 50%; poseído por la nostalgia hablaré de los lugares que poco a poco desaparecen en mi Linares natal: las salas de videojuegos en máquina o arcadias.

Las luces que provenían de múltiples pantallas, devueltas en muchos casos por múltiples espejos , la emoción de descubrir una máquina nueva, cuadros y pósters gigantes que hacían referencia los juegos, avanzar en semipenumbra móvil hacia la máquina que nos estaba comiendo el seso en esos días, las fichas de múltiples estrías que diferenciaban una sala de juegos de otra, meter la ficha en la ranura y comenzar nuevamente el desafío. Son las sensaciones que más vienen a mi mente al momento de acordarme de estos “antros del vicio” donde por unas monedas podías escaparte con tus amigos a jugar juegos de video en una “sana” competencia. Mucho antes de que Internet se masificara y que los juegos multijugadores online reemplazaran la vida social de muchos jugadores, ir a los “flippers” era la manera de conocer gente que compartía tu misma afición, y de probar que tan bueno eras jugando en comparación con otros jugadores.
Se establecía toda una fauna y un modo de interacción propio dentro de esos lugares, no faltaba el cabro chico que miraba todo el rato al lado de uno esperando que le regalaras una ficha, al que mandabas a comprar cuando cachabas que con las vidas y con las fichas que te quedaban no ibas a ser capaz de terminar tal o cual juego regalándole una ficha por su ayuda, al mismo que le regalabas el juego cuando te dabas cuenta que ya era tarde y tenías que irte urgentemente. En una esquina estaba siempre sentado el seco al que siempre le pedías un consejo cuando te hacías amigo de él, o al que temías que echara una ficha para jugar contra ti en los juegos de pelea. No todo era idílico y generalmente esos lugares también se llenaba de patos malos o pungas que también se fanatizaban de las maquinitas, estos malditos no solamente te asaltaban mientras estabas jugando (era la vida o la billetera, literalmente) si no que además te molestaban mientras jugabas cuando estaba claro que ni en el street fighter te ganaban a los combos. Era por esos tipejos que generalmente no me dejaban ir a tomar mi dosis de adicción joystickera diaria, pero gracias al generoso aporte de la fundación “vuelto del pan” podías capear algo de tiempo sin tener que pedir dinero a tus padres. Las mujeres, como en todas las actividades ñoñas que no sean ver anime o leer libros, eran lamentablemente una minoría, pero conocer a alguna que además de jugar, pudiera realmente patearte el trasero en la maquinita, entonces era muy probable que estuvieras ante un conato de primer amor.
Un grupo de jugadores formaba una especie de cofradía alrededor de un juego que todos ellos jugaban, generalmente juegos de pelea, donde cada uno de los cofrades tácitamente adoptaba un personaje y se convertía en experto en ese personaje, lo que por un efecto simbiótico hacía que tomaras el nombre de ese personaje para el resto de los cofrades, existiendo así el “Ryu”, el “Hanzo”, la “Chun li”, el “Galford” y muchos otros. Duelos entre estos jugadores alcanzaban proporciones épicas, que muchos ojos espectaban para aplaudir silenciosamente al ganador, y compartir comentarios como “cacha el loco seco”, “weon, la media combi”. Eran esos espectadores los que nunca faltaban, los que te daban su apoyo silencioso puesto que mirar a un buen jugador pasar pantallas y pantallas con la esperanza de ver la “terminación” del juego era también un placer, como también era un placer recibir esa mirada ansiosa pero solidaria por sobre tu hombro, sabiendo que eras un seco o ibas en camino a convertirte en uno de ellos.
Realmente hecho de menos esos antruchos.
Puede que ahora existan consolas con gráficos casi reales, el wii con su mando único de respuesta al movimiento, juegos con tramas complicadísimas, juegos masivos de rol multijugador online con infinitas opciones para hacer un personaje a tu medida, pero nada de eso se compara a las emociones y la interacción con el resto de esa comunidad no auto-reconocida , a la emoción de recorrer las máquinas llegar a esa que buscas, echar la ficha y comenzar a destripar lo que fuera que te tocara destripar en ese momento. Ni siquiera los videojuegos del mall, con sus antisépticos ambientes pueden apenas comparárseles, ya que la mística de estos locales era (es) única. Grandes momentos pasé con mis amigos allí, conocí también a algunos de los que ahora llamo amigos (entre los que se cuenta Andrés, mi primer maestro en algún juego).
Lentamente estos locales desaparecen, para dar paso a lugares donde se juega playstation por horas y locales de maquinitas tragamonedas, el público que asiste a estos lugares cambió y la mística sobrevive agónica en lugares lejanos.
Una última ficha para estos lugares

Ojo con la Mente!

viernes, 9 de noviembre de 2007

Como viene la mano

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Estos días de convalecencia de mi mano derecha me han puesto ante el escenario de lo que expresan gestos tan simples como dar la mano ¿Machismo o pura energía?

Pasó el reinado del yeso atómico, y ya era hora, el tiempo tornándose cada vez más caluroso iba a convertir mi órtesis de escayola en un pequeño horno para mi palma atrapada. Pero antes que el sudor dentro del yeso fuera un problema, este se fue liberándome de la preocupación del calor (y el olor).

Pero ahora viene la convalecencia, y con ella el notar que la ausencia de yeso no viene con ausencia de dolor, en los primeros días. Cuando mi mano por fin dejó de verse como adelanto de la zombificación a la que nos conducirá nuestro señor Cthulhu a quienes logremos sobrevivir a su multi-horroroso regreso, (solo aquellos que estamos rezando desde ahora ¡¡Cthulhu Ftagn!!) descubrí con doloroso pavor que el acto de cortesía más simple entre hombres me recordaba cuanto me había dolido la mano cuando me la quebré , todo por que los hombres no podemos dar la mano sin acompañarlo de un viril apretón que reacomoda los fragmentos de mis metacarpianos en posiciones que no son posibles para una mano corriente.

Y, aunque cada vez que saludo a un compañero de genero le advierto que las demostraciones de virilidad manual las dejemos para cuando haya superado mi convalecencia, siempre recibo el mismo enérgico apretón de manos que me arrancan no tan viriles lágrimas.

Ante tal perspectiva de dolor me he dado cuenta que los hombres damos la mano de distintas maneras, y que existen variantes del enérgico apretón e incluso su ausencia. Por ejemplo está la gente amable y paternal que además de darte la mano suavemente protegen la unión poniendo su otra mano encima. También están los pretendidos artistas que te dan la mano desde arriba y flexionando la muñeca, como recordándote que su sensibilidad lo pone en una especie de escalón superior de la evolución o algo por el estilo. Están los quebrantahuesosre-acomodadores de huesos quienes además de darte un enérgico apretón te sacuden el brazo, quizá con la esperanza de que la tu escápula te quede de audífono de hueso. Están los que te presentan solo un ramillete de dedos lacios y desde lejos, como no pudiendo ocultar el asco que le produce ponerse en contacto con cualquier pedestre macho que se le cruce, los asqueados. Creo que existe también el apretón de empresario, chocando la mano y sacudiéndola con energía, mirando a los ojos a la contraparte, un apretón que es parte una demostración de la fuerza y la garra para los negocios del que la da y en parte una amenaza contra los advenedizos contrincantes de la jungla de los negocios. Luego están los Pirotécnicos, quienes mas que concentrarse en dar la mano, le agregan toda clase de sonidos, choques, contra-choques y gestos secretos, bastante común entre los “choros”. Una variación posterior a dar la mano es la de los Tangueros, quienes después de juntar las manos elevan la unión a la altura del hombro y con la izquierda toman el hombro de su contraparte. Existen los que parecen ver en cada hombre un Rival, porque sus apretones deben estrujar las manos del otro para reducirlas a pulpa, es bastante común entre maestros de la construcción y gente de campo.

En serio, dar la mano es parte de nuestra comunicación no verbal masculina, y cuando lo hacemos con extraños son más cosas las que queremos comunicar: Así que tu eres el hijo de puta que sale con mi hermana ¿que tal una trituradita de carpos y metacarpos para adelantarte el dolor que sentirás apenas le rompas el corazón o le toques un pelo?(usualmente acompañada con una sonrisa que más parece una exhibición de dientes tan típicas entre los caninos, se usa también cuando conocemos al ex de nuestra actual polola, el pololo de nuestra amiga favorita, el que se está joteando a la misma mina que nosotros, en fin para cualquier ejemplar masculino que se esté acercando a una mujer que consideramos “nuestra”, en algunos especimenes este saludo se acompaña de un tirón con fuerza hacia arriba para mostrar los bíceps superlativos con los que ejecutará cualquier posible venganza contra aquel entrometido con su “patrimonio”); ¡mi nuevo jefe! Ehee una sacudida fresca y con energía para demostrar mi energía para el trabajo; gracias profe por subirme una milésima para tener el ansiado 4, una sacudida de mano lacia, un brazo suelto ya de toda tensión. Viene aquel superior que nos puede pillar en alguna falta! Una manito con miedo, que nos delataría si por fuera no tuviéramos una sonrisa de comercial de pasta de dientes para ocultarnos.

En fin, manos hay para todos los gustos, y eso está bien. Estaría mejor si no tuviera que recordar que por favor no me trituren el hueso recién formado por que no quiero terminar con la mano más chueca que desfile de borrachos. Y aunque por ahora me abstendré de dar la mano, siendo descortés para mi propia seguridad, lo más seguro es que cuando vuelva a tener mi mano en perfectas condiciones apretaré con energía para demostrar que tengo los huevos bien puestos, como todo macho chileno que se precie de tal

Ojo con la Mente!


PD: nuevamente mucho tiempo antes de postear, mi acceso a internet se ha visto aùn mas limitado ahora que se me quemó el pendrive... demasiado dependiente del cachivache ese. En fin veremos si de esta semana para adelante puedo regularizar el posteo como antes, hasta eso... paciencia y comprensiòn

únete a esta causa!

 

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